viernes, 27 de marzo de 2009

Datos ineditos y III

Termino estra trilogia con los siguientes datos:

Los cabecillas de la rebelión lo habían fiado casi todo al efecto que su misma acción tendría sobre el adversario: una vez puesto en marcha el golpe, aquellos políticos republicanos, a los que en el fondo despreciaban, se desvanecerían y abandonarían sin más los centros de poder. Tal vez en algunas capitales podrían surgir islotes de resistencia a cargo de las organizaciones obreras, pero para esa eventualidad disponían de una receta que el general Mola no se cansó de inculcar desde sus instrucciones reservadas: la represión habría de ser cruentísima. Liquidados esos focos, la marcha hacia Madrid tendría las características de un paseo militar. Pronto pudieron comprobar que no era así, aunque tal vez pudo haberlo sido si los jefes de la rebelión en Barcelona, Valencia y Madrid hubieran dado muestras de mayor decisión y energía: «El elemento negativo del milagro al que la República debe su salvación está representado por la indecisión de los jefes militares de Madrid y de Barcelona», escribió Pietro Nenni, a quien Azaña había confesado que los rebeldes habrían podido hacerle prisionero al iniciarse la sedición con sólo habérselo propuesto: su residencia en el Pardo estaba a escasa distancia de un cuartel que se había amotinado. El mismo Azaña recordará ya en el exilio que «durante la noche del 17 al 18 de julio, la República, en Madrid, estuvo pendiente de un hilo. Una decisión audaz de quienes, ya en sorda rebelión contra el gobierno, ocupaban todos los establecimientos militares de Madrid y sus contornos habría acabado con el régimen en unas horas».

A esta indecisión de importantes núcleos de rebeldes, con efectos cruciales en Madrid, en Barcelona y en Valencia, se añadió la lealtad al orden constitucional vigente de muchos jefes y oficiales que pagaron con la vida su oposición al golpe. De manera que los insurrectos contra la República se vieron en la tesitura de liquidar, como primera providencia, las dudas y resistencias encontradas en sus mismos compañeros de armas: los primeros fusilados o asesinados con el expeditivo procedimiento del disparo a bocajarro fueron militares leales a la República o sencillamente reacios a incorporarse a la intentona golpista. Que acontecimientos de este tipo hubieran tenido lugar en las primeras horas fue decisivo para reforzar en los generales golpistas su voluntad de mantener el golpe incluso cuando se hizo manifiesto su fracaso en las grandes capitales: los rebeldes habían derramado ya mucha sangre de compañeros de armas como para volver atrás. Lo único que podía esperarles si no mantenían su rebeldía era el consejo de guerra y con toda probabilidad la condena, y esta vez, a diferencia de 1932, la ejecución de las penas de muerte.

Fue cuando la intervención extranjera acabó por convertir la rebelión militar y la resistencia obrera y campesina en una guerra civil con dimensión internacional, porque fue esa intervención lo que permitió a los rebeldes persistir en su rebeldía, aunque fuera a costa de meterse en una guerra. Paradójicamente fue la intervención exterior lo que posibilitó a los militares españoles convertir su golpe medio fracasado, medio exitoso, en una guerra civil.

Lo permitió por un doble motivo. Ante todo porque la política de no intervención puesta en marcha inmediatamente por las potencias democráticas, Francia y Reino Unido, impidió a la República disponer de los medios necesarios para aplastar la rebelión: para la República, la no intervención franco-británica fue en realidad un embargo. Además, aunque de manera principal, porque las potencias fascistas siempre se tomaron a broma la política de no intervención y enviaron desde el primer momento no ya aviones, tanques, armamento y municiones de manera regular e ilimitada, sino también cuerpos de ejército y escuadrillas de aviadores, como escribió Azaña: la «intervención armada de estados extranjeros en nuestro conflicto es originariamente un hecho español». Fue una parte de la nación la que buscó y obtuvo el concurso de aquellos ejércitos. Y en este punto no puede dejar de plantearse la cuestión de cómo fue que gentes que alardeaban de nacionalismo, y que se habían levantado contra la República en nombre de la salvación de la patria y de la independencia de la nación española, llamaran a las puertas de naciones extranjeras para que enviaran hombres y material de guerra en su auxilio.

Este párrafo que viene a continuación requiere una lectura tranquila y sosegada, pues Azaña parece que tenía visión de futuro, (o quizá es que la derecha española aun vive en el 36 cuando lanza a los cuatro vientos la frase “españoles de bien”)

Uno de los orígenes de la guerra civil es aquello que el mismo Azaña definió como la «aplicación del concepto de la nacionalidad y de lo nacional demasiado restringido». Según este concepto -razonaba en el exilio el ex presidente de la República-, una sola manera de pensar y de creer, una sola manera de comprender la tradición y de continuarla, sería la auténticamente española. El patriotismo se identifica entonces con la profesión de ciertos principios, políticos, religiosos y otros. Quienes no los profesan o los contradicen no son patriotas, no son buenos españoles, casi no son españoles. Son la «antipatria». Con tal disposición de ánimo -argumentaba Azaña- todos los obstáculos se remueven fácilmente, y resulta posible hacer, invocando la patria, lo que, a juicio de otros hombres, menos convencidos del valor eterno de sus opiniones personales, puede conducir tan sólo a destruirla. Esta «disposición trágica del alma española, inmolada en su propio fuego, produjo a en nuestro siglo mutilaciones memorables, que tienen más de un rasgo común con el resultado inmediato de la guerra civil».

Esta manera de ser patriota lleva a expulsar de la nación, acusándolo de antipatria o anti-España, a quien no comparte aquellos principios, como ha sido tradicional en el pensamiento católico español desde la guerra de la Independencia y la revolución liberal que fue su inmediata secuela. La retórica de una España verdadera frente a la anti-España que no es verdadera España hizo su aparición, en efecto, ya en el siglo xix, cuando los católicos consideraron antinacional todo lo que sonara a anticatólico, pero se exacerbó y alcanzó su punto culminante en los años treinta.

El enemigo de los católicos, no ya el socialismo y el comunismo, sino el liberalismo conservador de la Restauración infundió en el mundo católico la convicción de que era legítimo recurrir a la violencia cuando se juzgara que patria y religión corrían peligro.

Extraido de :http://www.ellibrepensador.com

13 comentarios:

F. J. Zamora dijo...

DURa y triste fue nuestra historia:
Gracias por mostrar:
Siempre vendre a ver como navegas buen amigo.

josef dijo...

co el enano bigotudo nuestr historia NO FUE HISTORIA sino INFAMIA. Y pensar que el criminal vmurió cómodamente atendido!!!

Raiandoelsol dijo...

Hola Navegante, hoy he tenido el tiempo suficiente para leer estos Datos ineditos ...

Y sólo queda decir, que es triste y estúpida, la lucha violenta y estrategias militares para conseguir, nada.

Te dejo un saludo cordial, y decirte que tu comentario, puede que sea cursi, pero así lo sientes y así lo has comentado, la Poesía para muchos es cursi... Y aunque parezca lo contrario, en mi vida cotidiana , mi personalidad, mi forma de hablar,no se refeja mi sentir por la Poesía ...

Un abrazo y buen fin de semana.

Daalla dijo...

Estupenda trilogía, compañero. Mal rayo les parta a todos aquellos africanistas salvapatrias, a la iglesia que les bendijo, a la oligarquía que les financió, a los fascistas que les hicieron el trabajo sucio donde ellos no pudieron y a la madre que los parió.
Un abrazo, Navegante.

Caminante dijo...

Parece que ya es opinión confirmada, por doctos en la materia, que el levantamiento/alzamiento militar fue toda una chapuza y que, salvo La Batalla del Ebro que dispuso de una estrategia reglada, las demás acciones de la facción rebelde -los llamados franquistas, después- no tuvieron estrategia militar alguna (salvo que se llame eso a la utilización del terror).
De haberla tenido, como se deduce también de tu escrito, el golpe militar hubiera durado 3 días, se hubieran hecho rápidamente con el poder y no habría habido la cantidad de muertos que supusieron los 3 años de guerra, para al final llegar al mismo resultado: la dictadura y el enmudecimiento de la población, salvo casos aislados reprimidos violentamente.
Besos. PAQUITA

Naveganterojo dijo...

Zamora, muy dura y muy triste.
Pero lo mas triste es que despues de 70 años aun no se haya reparado el daño.
Un abrazo.

Moderato,que razon tienes, ese infame criminal tendria que haber muerto en prision.
Un abrazo.

Riandoelsol, lo del comentario cursi me salio despues de leer lo que te habia escrito,que cierto es que lo pense y lo escribi, pero creo que la poesia no es cursi, pues son letras que salen del fondo del corazon.
Amigo, tambien yo te deseo un buen fin de semana y que la musa no te abandone nunca.
Un abrazo.

Daalla, pues....tu lo has dicho todo, aunque a estas malas bestias les caben muchos mas adjetivos, lo dejaremos con los que tu les has puesto,ja,ja.
Un abrazo amigo mio.

Paquita, el golpe de estado pretendia (segun los historiadores), acabar con "unos cientos de miles de republicanos"en cuestion de pocas semanas, pero el enano del bigote cambio de tactica y en vez de asaltar Madrid cuando pudo haberlo echo, se decidio por dar el coñazo en el Alcazar y asi hacerse valedor de todo el mando de la sublevacion,(cosa que desgraciadamente sucedio).
Un abrazo

severino el sordo dijo...

Saludos navegante de nuevo visito tus aguas,dos cosas .Una de haber sido un triunfo rapido el resultado hubiers sido el mismo,solo que los muertos en vez de en batallas hubieran sido en la represion como bien dices hay estan las palabras del carnicero Mola,y la otra creo que la nuestra fue una guerra por ideales de hay que las potencias extranjeras se inhibieran ,ya que los ideales si ganan pueden ser peligrosos en otros sitios pueden tomar ejemplo,un abrazo y sigue ilustrandonos con mas datos.

Ciberculturalia dijo...

En cuanto he llegado a casa me venido rápido a leer la tercera entrega que como las anteriores me ha conmovido. Gracias sinceramente por habernos mostrado esta parte de nuestra infame historia. Un fuerte abrazo

Anónimo dijo...

TODO EL MUNDO SABE QUE EL ENANO HA SIDO UN GRAN ESTRATEGA DE LA MANIPULACION MEDIATICA TANTO EN ESPAÑA COMO FUERA EL CABRON SUPO VENDER SUS MENTIRAS COMO EL SALVADOR DE ESPAÑA . DE ECHO VENDIA EN ESPAÑA EL APOYO INCONDICIONAL DE ALEMANIA DESPUES DE LA REUNION DE ENDAYA CUANDO HITLER EN SU PAIS DIJO PUBLICAMENTE QUE NO QUERIA VOLVER A VERLE

Naveganterojo dijo...

Severino, el "castigo" que recibieron las potencias democraticas por dejar sola a la republica, fue en consonancia con su traicion.
La lastima es que el franquismo no recibio el mismo castigo que el de los paises que le ayudaron.
Un abrazo.

Carmen, gracias a ti por tu fidelidad en las lecturas.
Un abrazo.

Anarko, el enano lo que tuvo fue mucha suerte y el apoyo desvergonzado de los yankis, ante su guerra sucia contra el comunismo.
Ese individuo no fue ni estadista, ni militar, ni jefe de estado, fue un simple asesino de españoles.
Un abrazo

Freia dijo...

¿Para no cansar a tus lectores?
Navegante, yo me he bebido literalmente las dos primeras y ahora ando con la tercera y te aseguro que su lectura es algo que se hace con gusto y sin el más mínimo esfuerzo.
Y resulta lógico todo lo que dices y es algo gritado a voces aunque pretendieran disfrazarlo de otra cosa.
Gracias por la lectura y, sobre todo, por la cantidad de datos interesantes que aportas.
Un abrazo muy fuerte. Me voy a seguir con esta tercera parte.
Siento de veras no poder seguirte a diario como me gustaría.
Un beso para Paqui y otro para ti.

Juan Tamenela dijo...

Lo que queda claro es que la derecha es capaz de hacer todo lo posible para obtener el mando.

Juan Tamenela dijo...

Por cierto, la trilogía soberbia, como siempre.

Un saludo