jueves, 30 de octubre de 2008

Retazos de la memoria

Esta entrada esta dedicada a todos los que de una manera u otra se niegan a olvidar. Personas como cualquiera de nosotros,pero que aun tienen una losa en su corazon. Que sepan que no estan solos. "A mi padre, que huyó al monte porque le amenazaron por ser de izquierdas, lo mataron cuando yo tenía cuatro años. Se lo llevaron y lo fusilaron en Sevilla, seguramente porque les daría vergüenza matarlo en el pueblo, pues los canallas esos eran de nuestra misma familia, primos-hermanos", cuenta Daniel Martín, en conversación telefónica, desde Alemania. Daniel no perdió solamente a su padre. Su tío Manolo, un hermano de Higinio, también huyó al comenzar la guerra. Logró llegar a Francia. Pero sus huesos terminaron en el campo de concentración de Mauthausen, en Austria. Daniel y su familia no conocieron la trágica noticia hasta 2006, gracias al libro Andaluces en los campos de Mauthausen, editado por el Centro de Estudios Andaluces, que recoge los nombres de los 1.494 deportados a los campos de exterminio nazi. "Y luego me preguntan las beatas del pueblo que por qué no voy a la iglesia. Pues porque yo a Dios lo veo en la cara de la gente buena y los que mataron a mi padre se decían cristianos", afirma.

Amando Miguel Muñiz y Águeda Campos eran marido y mujer, y murieron ante un mismo pelotón de fusilamiento el 5 de abril de 1941 en Paterna, Valencia. Dejaban atrás dos hijos que por entonces tenían 7 y 5 años. Fueron detenidos como causantes de la muerte de tres mujeres de las que nunca se supo ni el nombre ni la procedencia.

En una visita a la prisión, el hijo menor sufrió un accidente y ambos permanecieron bajo el cuidado de su madre en la celda. "Era un convento reconvertido, las carceleras eran las monjas y fuera del recinto estaba el Ejército". Vicente, el mayor de los dos niños, tiene hoy 74 años y sabe perfectamente por qué murieron: "Un señor con apellidos alemanes y una vecina les delataron". En el caso de la vecina, su delación presentaba contradicciones evidentes, que para Vicente tienen una explicación lógica. "Todo valía por conseguir una ración de comida, dijo lo que la Policía quería oír".

Dejo para el final la historia que mas me ha llamado la atencion,y con ella vuelvo a recalcar el papel criminal que jugo una parte importante de la iglesia en la represion de Franco;

Pere Fortuny tenía seis años el día que llamaron a la puerta mientras él y su familia comían. Fue a abrir y se encontró al párroco del pueblo. "Abuela, es el cura", anunció. Le dejaron pasar y, en tono solemne, hizo un anuncio: "Esta tarde me voy a Barcelona a hacer una gestión que recordaréis toda la vida". La familia al completo se arrodilló ante el mosén Josep. "Fue una escena de familia italiana, le estábamos muy agradecidos porque creíamos que iba a sacar de la cárcel a mi padre".

En efecto, Josep Fortuny llevaba semanas en prisión esperando a que las gestiones de su abogado, Trias de Bes, surtieran efecto. Había sido alcalde de Mollet y se exilió en Francia, pero respondió al anuncio de Franco de no perseguir a quienes tuvieran las manos limpias de sangre volviendo a España. Fue detenido en Hendaya y, tras un penoso periplo por el sistema penitenciario de la época que incluyó torturas, fue condenado a muerte, orden que su letrado logró revocar.

Pero la visita del cura de su pueblo fue definitiva: "Al día siguiente, mi madre fue a la cárcel a llevarle comida y ropa. Le anunciaron que lo habían fusilado de madrugada". Para la familia, fue el inicio de un suplicio orquestado por el mismo sacerdote. "Nos quitaron la pastelería, obligaron a mi abuela a pagar 50.000 pesetas para recontruir la iglesia y prohibieron a todas las tiendas del pueblo vendernos comida", relata Josep hoy, que no olvida que su padre le salvó la vida a quien sería su verdugo poniéndole guardaespaldas y que incluso llevó a las monjas del convento de Mollet a vivir a casa de su propia madre para protegerlas.

Deseo de verdad que Garzon lave la memoria de estas personas y de otros miles de los que jamas sabremos sus historias

5 comentarios:

MATISEL dijo...

Y yo también, y espero que lo haga bien y lo dejen, que no sé...
Gracias por traernos todas esas vidas que merecen ser reconocidas.

Besos

Perséfone dijo...

Ojalá sea así...

Un abrazo.

m.eugènia creus-piqué dijo...

Deseo lo mismo a Garzón pero le pondran todas las trabas habidas y por haber, los ganadores quieren que todo siga igual.

MATANUSKA dijo...

la verdad es que nadie tiene que perecer o nadie debia haber perecido por culta de sus creencias politicas ni ser discriminado, izquierdas, derechas centro cada cual a lo suyo pero para mi esto no lo entenderé nunca nunca nunca

hoy no se ni lo que digo.

buen fin de semana

MATANUSKA dijo...

y suerte a garzon!!!!!