viernes, 24 de octubre de 2008

Los exiliados

El siguiente articulo lo he leído aquí,y me ha parecido tan esclarecedor de lo que aun hoy nos intentan ocultar,y de las salidas de tono de nuestra derecha respecto a dar la nacionalidad a los hijos de españoles que tuvieron que abandonar a la fuerza su país,que la reproduzco casi integra

El exiliado vive siempre escindido: de los suyos, de su tierra, de su pasado. Son personas de una contradicción permanente, entre una aspiración a volver y la imposibilidad de realizarla. El desterrado no tiene tierra. Está en una permanente solitud. Cortadas sus raíces, no puede arraigarse aquí. Prendado del pasado, arrastrado por el futuro, no vive el presente, de ahí su idealización de lo perdido, la nostalgia con que envuelve todo en una nueva luz. (Sán

chez Vázquez, 1989).

La decisión del entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río de acoger en 1939 a los

republicanos españoles propició la reacción de los antiguos residentes ibéricos y de las fuerzas conservadoras del país. Los antiguos residentes perciben la llegada de sus compatriot

as como una amenaza a sus intereses. Para ellos se trata de violentos anarquistas o intelectuales peligrosos, opositores al régimen de El Generalísimo, a quien alaban por haber logrado establecer el orden en España.

Una escasa minoría de antiguos residentes ayuda a los republicanos en México, pero por regla general los dos grupos permanecen ideológicamente separados hasta la caída del franquismo. Ninguno desea la interacción, aunque ocasionalmente tienen contactos en los clubes recreativos, en los hospitales, en los enlaces conyugales y en algunos negocios. Por su parte, el exiliado ridiculiza la “España de la pandereta” que reproduce en México el antiguo residente y desprecia su ambición por “hacer la América” y serle fiel al clero y al dictador (Kenny, 1979).

La anécdota cuenta que, en la ciudad de Puebla, a la llegada aprobada de los inmigrantes republicanos, el gobernador del estado reunió en el Círculo Social Español a los residentes de la península ibérica para que acogieran a algunos y les proporcionaran casa y sustento, mientras encontraban la forma de valerse por sí mismos, a lo que muchos de los asistentes se opusieron por representar a la República vencida y supuestamente al libertinaje y al anticlericalismo. El gobernador Maximino Ávila Camacho, originario de la Sierra Norte de Puebla, de extracción revolucionaria, les contestó: “Estoy de acuerdo, pero en el mismo barco en que llegan los exiliados, ustedes se regresan a España a servir y a apoyar a Franco”. Ante esa respuesta, a los españoles residentes no les quedó más remedio que aceptar la solicitud del gobernador poblano, pero quedaba demostrado que los inmigrantes iban a tener que sortear problemas de diversa índole.

“Pese a la poca comida y al frío que pasamos en Montpellier y el recuerdo de las manchas de sangre que dejaba su madre a causa de los sabañones, guarda muy buen recuerdo de esa etapa de su vida; había esperanza de que los aliados ganaran la guerra, como sucedió, y de que pronto regresarían a España, lo que no aconteció”.

A diferencia de los extranjeros europeos o estadounidenses, los españoles que llegan

a México a partir de 1937 asumen una conducta distinta. Vienen involuntariamente, traídos como por un golpe de fortuna. En el México cardenista encuentran las formas democráticas por las que han luchado. Sienten respeto por las instituciones mexicanas y están agradecidos con el país, ya que fue el único en el mundo que les brindó un asilo casi incondicional. En estas circunstancias les son inadmisibles alardes de superioridad o de pretensión de distingos, de privilegios o discriminación racial, aunque con el tiempo manifestaciones de este tipo broten en algunos de ellos, sobre todo entre quienes carecen de preparación intelectual o política.

No son pocos los que en España promueven la tendencia de olvidar ese sombrío capítulo de la vida española, aunque no se justifica que se olviden las causas de la guerra. Tampoco se justifica la tendencia a confundir los colores, las voces y los pasos al presentar la guerra, más bien “incivil”, como la calificó Unamuno apenas se desató, como una guerra fratricida. Con ello se pretende ocultar que la sangrienta Guerra Civil le fue impuesta al pueblo español por el fascismo nacional y extranjero, y que, al resistir la agresión en las condiciones más desventajosas, no hacía más que cumplir con lo que la dignidad exigía.

Nadie se podría complacer en el recuerdo de esta guerra, pero esto tampoco justifica su olvido. Sin embargo, no cabe ignorar la tendencia a sepultar la Guerra Civil en el olvido, así como lo que innegablemente fue una dolorosa consecuencia: el exilio de los republicanos españoles.

12 comentarios:

la inkilin@ dijo...

los exiliados..hasta la palabra duele..que triste tener que abandonarlo todo, y dejar tu casa, tu vida, tu gente, tus recuerdos, tu país.

Muy triste navegante...

Esther dijo...

Hola!! me alegro de tenerte de vuelta por aqui,espero que descanses en el fin de semana,que eres un currante :).

Con lo que comentas del post ya sabes olvidan lo que les conviene, y si si la pidieran los descendientes se la tendrían que dar, es suya de derecho, de ellos no es la culpa que a sus padres o abuelos los tiraran o se tuvieran que ir para vivir libremente.

A ver si hacen algo al respecto.

Un beso muy grande

Ginebra dijo...

Una entrada estupenda sobre el exilio de los republicanos españoles, "un drama con todas las de la ley". México y su presidente Cárdenas fue uno de los países que más apoyó la entrada de exiliados. Jordi Soler, escritor, uno de mis preferidos, nacido en México, nieto de catalanes exiliados ha escrito un libro estupendo(Los Rojos de Ultramar) que cuenta entre humor y drama este hecho histórico... te lo recomiendo. Besitos.
p.d. Muy interesante

MATISEL dijo...

Me alegro de tu regreso, es un placer leerte de nuevo y compartir la información que nos traes.

Besos

María dijo...

Hola amigo, me alegro volver a verte por aquí y también por allí, y encantada de seguir leyendo tus escritos, en este caso dediado al exilio.

Saludos.

m.eugènia creus-piqué dijo...

Hola niño guapo, ya te quedas ? o el infame de tu jefe te vuelve a mandar por esos mundos de Allah'.
Hablando de los exiliados creo que ha de ser terrible, marchar a un país desconocido y dejar toda una vida atrás, Buf ! no quiero ni pensarlo !

Mac dijo...

Por supuesto que no hay que olvidar, el que olvida su pasado esta condenado ha repetirlo.
Me parece muy valiente la respuesta del gobernador Maximino Ávila Camacho a los inconformistas.
Espero que algun día se reconozcan todos los crímenes que se realizarón en aquella epoca obscura de nuestra España la de TODOS y por fín podamos pasar página.
Saludos Colorao

CarmenS dijo...

Menos mal que, en una situación tan dolorosa, los exiliados españoles encontraron un lugar donde instalarse y rehacer sus vidas en países latinoamericanos, como México.

Naveganterojo dijo...

La imkilina,tienes razon,en la palabra hay ecos de dolor y desesperanza, y duele mas si son compatriotas.
Un abrazo.

Esther,ya regrese, como el turron,ja,ja,la oposicion de este pais tiene memoria selectiva,solo recuerdan lo que les beneficia, lo que le produce dolor al resto del pais, no les importa o no ha ocurrido o es mentira.
Un abrazo.

Ginebra,es cierto, Cardenas fue uno de los que ayudaron a nuestro pueblo en sus momentos mas negros,algo que aun hoy no queremos recordar o reconocer.
Un abrazo.

Caminante,¿para cuando una entrada tuya?,se te echa de menos.
Un abrazo.

Maria, tus palabras son un regalo para este blog.
Un abrazo.

Geni,hola mi niña,ya me quedo,ja,ja, de todos modos no hay mal que por bien no venga,pues he conocido el parque de Monfrague,y solo por eso ha valido la pena el trabajo. Un beso.

Mac, bienvenido de nuevo, espero tenerte de comentarista siempre que lo desees,siempre es bueno y sano tener un amigo que no piensa como tu pero que respeta tu opinion.
Estas invitado a navegar en este barco siempre que lo desees.
Un abrazo amigo mio.

Cecilia,de nuevo bienvenida, a ver si ahora que tengo mas tiempo puedo mantener las visitas a tu blog con mas constancia.
Un saludo

PARA LA LIBERTAD dijo...

Un gran articulo para un gran blog.
Un saludo

Anónimo dijo...

Lo más doloroso de tantas personas que dedicaron su vida a construir una sociedad más justa,ha sido el ignorarlos y no tenerlos en todos los libros de historia de los colegios.Sus palabras son suficientes para reflejar el dolor y la impotencia¿qué delito he cometido yo...?.Es todo un ejemplo de integridad moral.
Por cierto la música que has puesto,tiene unas letras que siento,preciosas....paqui

SDAN187 dijo...

Siempre me ha fascinado como la República española continuó en México con su apuesta por la democracia, la cultura y la libertad. Nunca se agradecerá lo suficiente el apoyo prestado por México a la República y su hospitalidad hacia todos aquellos que fueron expulsados de su propio país por defender la democracia.

Un saludo.