Joan Manuel Serrat, comentaba que su abuelo “no existió porque lo fusilaron y lo tiraron por un barranco, y nunca nos dieron partida de defunción”.Esta cruel realidad se repite de una manera escandalosamente monótona, en el caso de desaparecidos tras el Golpe de Estado de 1936 .
Arrojados al mar, tirados en pozos, enterrados en fosas incógnitas. Nuestra democracia tiene una asignatura pendiente.
La justicia no es atemporal. El silencio grita. Y la democracia en este país no se puede decir que exista, mientras no se haga justicia con quienes dieron su vida por ella.
Es muy importante “escribir bien la historia, y hacer justicia con tantas personas que yacen desaparecidas, pero no desconocidas, en las fosas comunes de la desvergüenza y de la desmemoria”.
la transición política española fue una apuesta por unirse en torno a lo que había en común. En ese común está enterrar a los muertos. So pena de quedar al margen de la civilización. Recuperar la memoria no divide a los españoles ni resucita las dos Españas, sino que los une y acaba con esa división. No dinamita la transición. La completa. En ese sentido es la sociedad la que está dando pasos al frente. La burocracia del Estado y los partidos políticos, a lo más que se atreven es a estancar una ley en Las Cortes, que corre el riesgo de quedar olvidada o nacer desmemoriada.
Daniela Leiva antropóloga de Chile dice que “no hay reconciliación posible sin reparación y la única reparación es identificar a las víctimas y entregar los restos a sus familias”.No hay resabios, revancha, o venganza, en quienes quieren recuperar los cuerpos de sus familiares. Hay una enorme tristeza. Una profunda pena. Siete décadas sin nombre. Sin nombres.
Tras una tragedia, ningún país ha esperado tanto tiempo en buscar sus fosas del olvido como España,aunque se van dando pasos en ese sentido,pues ya han sido varias las iniciativas municipales que han empezado a hacer justicia.
Pero por lo general el Estado sigue mudo. Como mucho, noticias ordenando devolver fincas donadas a Franco, a causa de operaciones urbanísticas irregulares. ¿Será que en este país es mucho más importante el cemento que la dignidad?
Extraido de :San Borondon.revista digital
8 comentarios:
Una vergüenza que todavía esté en el alero la ley de la Memoria Histórica. Lamentable el olvido. Y ya veremos si sale en esta legislatura. ¡Ojalá! El plazo se acaba ya.
Salud y República
Si yo te contara lo que sufrió mi familia. Algún día lo haré. Como ellos, tantas familias destrozadas. Espero, aunque sólo sea por dignificar la memoria de todos ellos, que por fin aprueben esa necesaria ley.
Un abrazo solidario.
Ramón.
No hay que olvidar. Ni a los muertos, ni a los que sobrevivieron, ni lo que pasó en realidad, o al final acabará pasndo lo que en Alemania, que los que no vivieron el genocidio judío por los nazis, hoy en día piensan que son exageraciones.
Saludos.
De hecho, no sé a qué están esperando...
Daniela Leiva tiene razón.
Joan M. Serrat es un hombre es un cantante y un hombre que me gusta por su arte y por su dignidad desde mi juventud!
Está mui mal el castellano?
Perdón!!
Saludos de Portugal!
Se te lee a la perfeccion,como siempre gracias por tu visita.
Como siempre desde el poder: Una cosa es predicar y otra dar trigo
Tengo algo de sabiduría maravillosa.
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